Empezamos con un taller de Risoterapia de los que te dejan con la sensación de que has elegido bien en la vida tu profesión, resumiendo, nos lo pasamos genial. Después de una suculenta cena, vinieron Julián y Antonio a mover el esqueleto y a tomar un chisme, desde que llegaron las carcajadas no dejaron de sonar. Somos fans de la sala Esplai.